La experiencia en el punto de venta es uno de los momentos más importantes del proceso de compra del cliente. Muy importante tanto para la propia empresa como para el cliente. Para las marcas es el momento en el que existe mayor conexión con el cliente. Y para el cliente, es el momento en el que se forja una imagen de la empresa y toma su decisión de compra.
Aunque las tiendas tradicionales están enfrentándose a desafíos muy importantes, como la crisis económica o el crecimiento del comercio electrónico, lo cierto es que los consumidores siguen disfrutando de la experiencia de ir a comprar a la tienda física, fuera del universo de Internet. Es más, las tiendas no están descuidando la experiencia que ofrecen al cliente, sino todo lo contrario. Están creando nuevas experiencias para sobreponerse a las adversidades, lo que está dando lugar a un «resurgir» de la experiencia de comprar en las tiendas tradicionales.
Los negocios físicos han empezado a darse cuenta de que pueden ofrecer al cliente un valor añadido que el mundo offline no puede dar: el contacto humano, la satisfacción instantánea y las experiencias. Por ello, estamos siendo testigos de una oleada de nuevos formatos, tecnologías, capacidades y productos que están creando experiencias sensoriales en el punto de venta en tiendas de todo el mundo. Transformaciones dirigidas a marcar la diferencia y a innovar.
1. Integración de la experiencia online y offline
Cada vez son más las tiendas que están apostando por el acceso desde la tienda al mundo online a través de sistemas de realidad aumentada, códigos QR, tablets digitales y kioskos. Los dispositivos móviles se han convertido en uno de los principales factores que han acelerado esta tendenca, actuando como puente entre el mundo offline y online. Y es que el usuario puede conectarse con el mundo online en tiempo real desde el punto de venta físico.
2. Rediseñar la tienda para que sea más experiencial
Para muchos consumidores, ir de comprar es una actividad de ocio más. una forma de relajarse, entretenerse y una oportunidad para pasar más tiempo con sus amigos y compartir experiencias. De hecho, cuando van de compras, esperan experimentar ciertas sensaciones que no les ofrece el mundo online. Ya sea un espectáculo interesante, productos exclusivos, probar y sentir cosas nuevas o aprender cómo usar determinados productos. De ahí que las tiendas y puntos de venta experienciales hayan ido creciendo en los últimos años.
3. Ofrecer una experiencia online dentro de la tienda
Algunas de las características del mundo online son muy apreciadas por los consumidores, por lo que tratan de obtenerlas también cuando están en una tienda física. Por ejemplo, la posibilidad de comparar precios, obtener sugerencias de productos en función de lo que otros usuarios han comprado o la posibilidad de conocer las opiniones de otros usuarios que ya han utilizado el producto. En este sentido, las tiendas físicas pueden adaptarse a ello y facilitar esta información o dejar que sean estos los que la busquen. Gracias a ello, podrán aumentar sus ventas y mejorar la experiencia del consumidor.