Cada vez vemos más tiendas iguales que ofrecen producto muy parecidos, a lo que debemos sumar que todo podemos encontrarlo hoy en la red. Esto hace que muchas tiendas se hayan embarcado en una guerra de precios que resulta muy difícil de ganar a largo plazo. Y es que esta guerra da lugar a un círculo vicioso que acaba reduciendo considerablemente el margen de beneficios.
Entonces, ¿cómo podemos atraer a clientes que buscan el producto que otros ya tienen? La clave está en ofrecer un valor añadido, una experiencia de compra diferente en el punto de venta. El producto debe actuar como recuerdo de una experiencia de venta única en el punto de venta. Una experiencia que los clientes estén deseando repetir y que cuenten en su entorno como algo excepcional.
Pero crear experiencias únicas en el punto de venta no es nada fácil y requiere cierta experiencia, práctica y planificación. Por eso, a continuación te dejamos algunas ideas para mejorar la experiencia de compra de tus clientes.
1. Los trabajadores satisfechos generan clientes satisfechos
Los trabajadores son la primera línea de fuego, los que transmiten la identidad de tu negocio. Si un empleado no está contento, los clientes lo notarán. Por eso debes proporcionarles las herramientas y los conocimientos necesarios para que sean eficientes en su trabajo.
2. Todo empieza con el compromiso
Suele decirse que la primea impresión es la que cuenta. La primera impresión de un cliente cuando entra a la tienda se la lleva del personal de la misma. Si tus trabajadores no están comprometidos con el negocio, es probable que la primera impresión sea negativa. Los buenos empleados saben generar vínculos con el cliente desde el primer momento, empatizando con sus necesidades y ofreciendo una experiencia agradable y útil.
3. Enseña a tus empleados a disfrutar de los clientes
Muchas veces los trabajadores no pueden pagar los productos que venden porque están orientados a una parte de la población con un poder adquisitivo superior. Un empleado con una formación deficiente puede llegar a sentir cierta envidia y a no empatizar con el cliente. Por este motivo, es fundamental enseñar a los empleados a disfrutar de las emociones de los clientes aunque no pueda compra el producto.
4. Se compra con el corazón no con la cabeza
Muchos vendedores se obsesionan con los precios, cuando es realmente complicado ganar una guerra de precios. Las grandes marcas siempre vana ganar en este sentido, por lo que es mejor enfocar nuestros esfuerzos en ofrecer una experiencia diferente. los trabajadores deben hacer sentirse especial al cliente dentro de tu negocio para que se sienta la persona más importante en ese momento. Es cuando el precio desaparece de la decisión de venta cuando realmente el usuario decide adquirir el producto. Y es que las experiencias son mucho más importantes que el precio.