La vista sigue un recorrido determinado cuando ve un escaparate o un punto de promoción en el punto de venta. El observador penetra en el escaparate por el primer ángulo inferior, sube hacia arriba recorre el plano y desciende para salir por el ángulo inferior del otro extremo.
Si este es el recorrido habitual cuando observamos una composición promocional, hay algunas maneras de controlar y dirigir la mirada del observador, para que haga el recorrido que más nos interesa.
- Líneas y colores. Se puede detener y alterar esta trayectoria con factores el color o las líneas que suelen dirigir el ojo de manera inconsciente. Debemos ser conscientes de ello cuando diseñamos un punto de venta e intentar destacar el elemento más relevante.
- El todo sobre la parte. Sea un escaparate o un conjunto para la promoción en el punto de venta, tan importante es el producto que queremos destacar como el entorno en el que lo presentamos. Debemos destacar el producto pero darle valor y ambientarlo desde los elementos complementarios.
- Menos no es más. Está comprobado que añadir productos en grupo llama muchos más la atención sobre los mismos que exponerlos de manera individual. Es una buena estrategia para destacarlos. Llama la atención del espectador y detiene el recorrido visual.
- Zonas calientes. En el plano horizontal la zona media es la más caliente, esto es, la zona más rentable, porque es la que queda a la altura de los ojos. En la vertical, la zona caliente es la de la derecha por la tendencia a leer y caminar hacia la izquierda.
- Iluminación. La Luz da visibilidad y, por tanto, da relevancia a aquello que queremos destacar. La iluminación es fundamental porque dirige la vista y la centra en un punto. Una buena iluminación es aquella que no deslumbra, que neutraliza la luz natural y que se concentra en el producto.