Los colores están estrechamente relacionados con el modo en el que percibimos la realidad que nos rodea. A ellos se debe que un logo nos parezca a primera vista más formal o más ecológico, entre otros.
Pero esto no es todo, los colores también nos ayudan a transmitir nuestras predisposiciones y emociones. Según numerosos estudios, cuando nos sentimos felices llevamos ropa de colores más claros. Es decir, comunicamos por medio de los colores. ¿No se aplica esta realidad también a las marcas? ¿No trata precisamente de esto el diseño?
Pues bien, los colores pueden ayudarte a incrementar los beneficios obtenidos en el punto de venta. La publicidad no es todo, también debes recurrir a la decoración y creación de un ambiente concreto.
Cada establecimiento debe tener su propia personalidad si desea diferenciarse de los negocios de los competidores. Para ello, sin duda, es muy positivo definir una personalidad deseada. La definiremos dependiendo de las preferencias de nuestros potenciales consumidores. Tras ello, crearemos el diseño de la totalidad de los elementos que se relacionen con nuestro establecimiento. Dicho diseños debe incorporar los colores concretos, según los propósitos a alcanzar y la personalidad a transmitir.
Tras ello, sería altamente aconsejable crear campañas publicitarias para el punto de venta. Éstas deberían ser emotivas y creativas. Se situarán en pantallas de publicidad dinámica y captarán la atención de todos los individuos que pasen cerca.
Por medio de todas estas acciones conseguiremos una coherencia que irá definiendo la personalidad de nuestro establecimiento de ventas.