La principal prioridad en el punto de venta debe ser el consumidor. Los intereses del mismo serán el centro que mueva tanto el concepto creativo, como los intereses de los empresarios.
Durante muchos años, los creativos han pasado por alto esta simple regla; pero en la actualidad ha llegado el momento de aplicarla y dejar de emitir mensajes meramente comerciales.
Si queremos adaptarnos a lo que los individuos demandan, debemos no tan solo incorporar las nuevas tecnologías a la publicidad, sino aprender a emitir los mensajes correctos.
En épocas del año como la Navidad, las marcas lanzan mensajes emotivos. Pues han sabido valorar la importancia de dejar de lado el corporativismo y centrarse en lo que de verdad interesa a las personas. Sin embargo, durante los demás días del año ocurre con frecuencia encontrarse con campañas muy malas.
La publicidad en el punto de venta suele ser buena porque sabe que dispone de unos segundos antes de perder a alguien que podría haberse convertido en consumidor. Esto es algo que los anunciantes que emiten mensajes en prensa y televisión todavía no quieren aceptar.
Es por ello por lo que las campañas publicitarias en el punto de venta son emotivas y se centran en el consumidor. De nada sirve volver a contarle la historia anterior, ahora toca acercarse al individuo e intentar ganarse su fidelidad de un modo honesto.
En definitiva, algunos anunciantes han comprendido cuál es la prioridad en publicidad. Sin embargo, otros continúan creyendo en lo que no funciona.