La publicidad en el punto de venta debe ser innovadora y atrevida. Esto se debe al hecho de que a diario cada individuo es bombardeado con miles de impactos publicitarios, algo que ha hecho que sea realmente difícil captar su atención.
El punto de venta es uno de los lugares más interesantes para promocionar un producto. Esto se debe a que exactamente en el punto de venta se produce la toma de decisión de compra. En este momento es cuando el individuo (posible cliente) valora la imagen que tiene de las marcas que ofrecen el producto que necesita y decide premiar a tan solo una compañía.
Pero ahí no termina la tarea de la publicidad en el punto de venta. Y es que conseguir una compra no es el único objetivo. También se deberá mantener despierto el interés del consumidor, asegurándose de este modo una compra repetida y una fidelidad con la marca que oferta el producto.
Esto debe ser conseguido por medio de campañas de notoriedad y recuerdo. Pues los individuos no realizan un esfuerzo por recordar a las marcas, sino que son estas últimas las que deben encargarse de estar siempre presentes en su recuerdo.
Por medio de sofisticadas pantallas dinámicas, la publicidad en el punto de venta consigue traspasar la barrera de atención y percepción, alcanzando a la memoria y haciéndose un hueco ahí.
No podemos olvidar lo importante que es que el producto sea de calidad. Bajo ningún concepto podrá darse la situación en la cual el consumidor está decepcionado por no haber obtenido lo que esperaba.