El marketing en el punto de venta se vuelve un campo cada vez más complejo. Esto se debe, en parte, a los importantes avances tecnológicos en el campo del neuromarketing.
Esta compleja disciplina se encarga del estudio de las reacciones que nuestro cuerpo tiene tras entrar en contacto con determinados estímulos. Se analiza, por ejemplo, a qué altura en las estanterías se vende una mayor cantidad de productos, hacia donde se dirigen nuestros ojos cuando vemos un anuncios publicitario, qué parte de nuestro cerebro se estimula cuando percibimos determinados olores, entre otros.
Todo esto me lleva a afirmar que el marketing en el punto de venta es mucho más que la distribución de mensajes publicitarios cuidadosamente diseñados para captar la atención del receptor y despertar sus ganar de adquirir el producto. El marketing en el punto de venta va mucho más lejos, poniendo al alcance de anunciantes y creativos, herramientas que pueden modificar el modo en el que percibimos un determinado producto.
Los colores que rodean al producto, así como el diseño de estanterías especiales para comunicar packs promocionales, todo esto forma parte de las complejas estrategias de marketing en el punto de venta, elaboradas como resultado de numerosos años de estudios en el campo del neuromarketing.
Es importante destacar que antes de poder beneficiarse de todos los datos que los investigadores ponen a nuestro alcance, es importante ser consciente del enorme poder de dichos datos. Éstos deberán ser utilizados de modo responsable y moralmente aceptable. Pues si un consumidor descubre que una marca concreta se sirve de datos como estos con fines meramente lucrativos y engañosos, las consecuencias serán peligrosas.