Las técnicas de venta eficientes en las superficies comerciales son numerosas. En anteriores publicaciones ya hemos tratado la geolocalización y sus ventajas.
Ahora cabe mencionar al packaging y la etiqueta de producto. Se trata de uno de los elementos encargados de captar la atención del consumidor, traspasar su barrera de percepción y hacerle reflexionar, buscando la decisión de compra adecuada y más conveniente, es decir la de nuestra marca.
La posición en los lineales también es importantísima. Por un lado, podremos conseguir un incremento en las ventas según la posición que ocupa un determinado producto en el lineal. Por otro lado, debemos conocer muy bien los puntos calientes y fríos, situando en los primeros los productos que deseamos vender a corto plazo, y en los últimos los que o están siendo muy solicitados y los clientes localizarán sin problema, o los que no necesitamos vender en el momento (porque nos aportan un beneficio reducido por ejemplo).
Los videomonitores pueden complementar una promoción en un punto caliente. De este modo, el pasillo más transitado será el lugar perfecto para transmitir el mensaje promocional a nuestro público objetivo. Todo esto, complementado con una información adicional, creativa e interactiva, cuyo fin es el de proporcionar detalles relacionados con las características del producto y las ventajas que aporta su consumo.
Además, el neuromarketing ha avanzado de tal modo que podemos incrementar las ventas a través de la técnica del uso de los aromas. Según el perfil del potencial consumidor, se hace uso de diferentes aromas, para conseguir de este modo el incremento de los beneficios.
Martin Lindstrom, conocido por sus aportaciones en el ámbito del neuromarketing, afirma que el 75% de las emociones que tienen lugar dentro de nuestra mente son fruto de los aromas que percibimos. Esto nos da una pista acerca de la importancia que tiene el olfato para conseguir predisponer al cliente y hacer que efectúe la compra.