El proceso de compra en el punto de venta es realmente complejo y, por lo tanto, debe ser analizado desde dos puntos de vista.
Por un lado, hay que tener en cuenta el punto de vista del consumidor. Pues éste es quién asegura la existencia de la marca anunciante, siempre y cuando se decida por la adquisición de productos que la marca le ofrece y, además, esté satisfecho con su decisión tras haber consumido el producto.
Por otro lado, en el proceso de compra en el punto de venta debemos considerar al anunciante como creador del mensaje publicitario que intenta servirse de la innovación y de la creatividad con el propósito de satisfacer las necesidades de sus públicos objetivo de un modo original.
Dicho esto, cabe destacar que el proceso de compra se va formando conforme los anunciantes y posibles consumidores interactúan. Se trata de un proceso bidireccional, cuyo resultado es un proceso que simplifica la decisión de compra, incrementando las ventas del anunciante.
La ventaja de un proceso de compra eficiente en el punto de venta es que, ideado del modo adecuado, y gestionado de la manera correcta, el anunciante ganará clientes fieles, por lo que la inversión será muy rentable. Pero esto no es todo, pues los consumidores, al poseer la información necesaria para realizar una decisión correcta y adaptada a sus necesidades, podrán disfrutar de una menor inversión de tiempo a la hora de realizar la elección de producto o servicio.
En definitiva, el proceso de compra en el punto de venta debe ir enfocado en la comunicación entre marca y posible consumidor. De nada sirve conseguir ventas poco o nada satisfactorias, puesto que la venta no se volverá habitual. Lo que las marcas deben perseguir es la comunicación bidireccional, cuyo propósito sea el de informar a los consumidores y ayudarles a tomar la decisión que les hará felices. De tal modo, la probabilidad de que dicha compra se repita en el futuro, volviéndose habitual, será muy alta.