No hace mucho, saltaron noticias de un desplome importante del sector retail en Estados Unidos arrasando las cuentas de importantes minoristas estadounidenses.
El temor de que algo así ocurra en Europa llega en fechas navideñas, fechas típicamente de consumo y que hacen temer que las ventas disminuyan considerablemente, con motivo del aviso de la marca británica Asos, que hace temer por la viabilidad y el futuro de los comercios físicos. A diferencia de otras ocasiones, en esta también se teme que afecte a la venta por internet.
La marca británica reconoce que se ha producido una bajada importante de ventas y beneficios en el mercado inglés y británico, lo que permite ver que la campaña de Navidad no será excesivamente buena. Al parecer, el Black Friday tampoco ha paliado el descenso en sus ventas, y la campaña de descuentos intensos del que es presa el mercado británico tampoco ha ayudado. A pesar de que la marca ha bajado precios para poder ser más competitiva, no ha funcionado la estrategia.
El hecho sufrido por Asos ha generado una reacción en cadena que ha causado la marcha de inversores, por lo que sus acciones han caído más de un 40% en valor de Bolsa, el mayor paso atrás de la empresa en casi cinco años. Otras marcas europeas como Inditex o H&M también han caído en el parqué con un descenso del 3,87 y el 4,5% respectivamente. Empresas competidoras directas de Asos como Zalando han caído más de un 10%.
Pero las previsiones de Asos no son las únicas que se han producido, ya que la semana pasada otras marcas como Sports Direct, minorista deportiva, afirmó que las ventas del mes de noviembre fueron muy negativas, y Bonmarché reconoció que la situación actual es ahora peor que durante la recesión económica. Por su parte, Primark también reconoce pocos números de sus ventas.
Inditex, por su parte, dio la voz de alarma ante la gran cantidad de descuentos ofrecidos por las firmas de moda, afirmando que no entraría en esa guerra de precios, alegando que la bajada de precios no mejorará las ventas del sector.
Nick Beighton, presidente ejecutivo de Asos, afirma estar tomando las medidas para paliar la situación ya que durante el primer trimestre de su ejercicio Asos vendió 656 millones de libras, un 13,7% más que el año pasado en la misma fecha, creciendo en ventas un 13,4%.
Concretamente, las ventas de Asos en UK crecieron un 19% anual durante el primer trimestre, en Estados Unidos un 13% y en el resto de Europa un 18%. La empresa explicó que «aunque registramos un crecimiento sólido de las ventas del 14%, experimentamos un deterioro significativo durante el importante mes de noviembre y las condiciones continúan siendo difíciles».
«Mientras las operaciones en septiembre y octubre estuvieron en línea con nuestras expectativas, noviembre, un mes muy importante para nosotros en ventas y perspectivas de margen de liquidez, estuvo significativamente por detrás de las expectativas», añadió el director ejecutivo.
Así, la empresa británica de moda ha disminuído sus pronósticos de aumento de ventas para todo el ejercicio fiscal hasta el 15%, mientras que antes oscilaba entre el 20 y el 25%. Los británicos preven una caída de su beneficio de 150 puntos básicos.