Muchos empresarios se han dado cuenta de la enorme fuerza que las pantallas de publicidad dinámica tienen. Sin embargo, no todos son conscientes de que este soporte puede ser utilizado como método de inicio del diálogo. Pero esto no es todo, se convierten además en una muy buena opción para recoger datos personales.
Imaginemos que estamos en una superficie comercial en la que si proporcionamos nuestro email, recibiremos un 10% de descuento a cambio de dar nuestro consentimiento para la recepción de información relacionada con promociones y descuentos. Esta práctica se está utilizando cada vez más, llegando a convertirse en algo deseado por parte de los clientes.
Y es que cabe destacar que son cada vez menos las personas que no desean proporcionar ningún tipo de información personal, puesto que es muy fácil darse de baja.
Por otro lado, las leyes defienden al consumidor, asegurándole un uso responsable de sus datos personales.
Este contexto convierte a las pantallas de publicidad dinámica en la opción favorita para recoger datos personales que serán utilizados con el propósito de seleccionar a determinados públicos objetivo que recibirán promociones concretas.
Imaginemos que una marca lanza una semana en la que habrá promociones en los productos para niños. ¿No sería conveniente disponer de una base de datos que nos muestre quién tiene niños en la franja de edad concreta? Pues tanto la marca como el consumidor pierden si emiten información al público objetivo erróneo. Ya que esto llevará al rechazo y a la inversión de recursos en algo que no aportará beneficios.