La cartelería digital ha ido sacándole ventaja a los carteles tradicionales, hasta constituir una gran parte de la inversión publicitaria.
Esto se debe a que la publicidad dinámica mostrada en la cartelería digital resulta mucho más atractiva y seductora que la tradicional. Las personas nos acostumbramos muy pronto a los nuevos formatos publicitarios, hecho que constituye un reto continuo para las agencias de comunicación y publicidad.
Es imprescindible buscar el modo de destacar sobre la competencia y ocupar un lugar preferente en el top of mind de nuestro público objetivo.
Todo esto se consigue a través de la cartelería digital y la interactividad. El público es un público activo que no se conforma con la recepción de información corporativa, ahora busca datos concretos sobre los productos que se adapten a sus necesidades. Si nosotros no le proporcionamos estos datos en el punto de venta corremos el riesgo de que la competencia lo haga y capte un consumidor que antes prefería nuestros productos.
El punto de venta es el lugar en el que se producen las decisiones de compra, por lo tanto es el lugar más adecuado para situar cartelería digital. De este modo, estaremos estableciendo un diálogo con los posibles compradores y nos posicionaremos mejor en el mercado.
Además, no podemos olvidar la notoriedad que conseguimos gracias a la publicidad dinámica. Ahorramos inversión en otros medios que puede ser mucho más costosa y segmentamos al público objetivo por zonas geográficas, cosa que puede ser muy beneficiosa para determinados productos o servicios.
A la hora de planificar la inversión publicitaria debemos tener en cuenta quién forma parte de nuestro público objetivo, cuáles son sus intereses, qué tipo de publicidad le llama más la atención y cuál es el mejor modo de despertar su interés por el producto en cuestión, además del precio que estaría dispuesto a pagar por poseer el producto.