Lo esencial para que una campaña de marketing en el punto de venta sea un éxito es que sea capaz de generar un impacto en el consumidor.
Es por ello que cuando diseñamos una estrategia de PLV debemos tomar como referente la necesidad de llagar al consumidor y llamar su atención entre la gran cantidad de estímulos publicitarios en las grandes superficies.
En primer lugar debemos decidir el soporte o la plataforma a través de la cual haremos llegar el mensaje a nuestros consumidores potenciales. En este punto, cabe destacar la importancia de las pantallas publicitarias para el punto de venta. La imagen en movimiento destaca sobre el resto de productos y cartelería estática. Es importante que se utilicen colores corporativos e integrados en un diseño de tendencia, que aportará a la marca un valor diferencial.
La ubicación de los materiales promocionales es también muy importante. Por mucho que invirtamos en soportes de última tecnología, si lo ubicamos en un punto del comercio con poca afluencia de público o escasa visibilidad, no va a producir el efecto deseado. Debemos asegurarnos de que nuestra campaña tiene la visibilidad suficiente, y no sólo eso, si no que se trate de un punto estratégico en la distribución del centro comercial o comercio.
Por último, el mensaje. Una sola idea basta para generar la necesidad en el cliente. No debemos recrearnos en características secundarias de nuestro producto por muy importantes que nos parezcan. Una idea, un concepto expresado de manera clara y directa es el modo más efectivo de resultar atractivo e interesante al cliente.