Cuando aparecen nuevos formatos, nuevos escenarios y nuevas formas de llegar a los consumidores, las empresas pueden correr ciertos riesgos. tendemos a creer que todo lo nuevo es más efectivo que lo antiguo y nos olvidamos de aquellas estrategias que a lo largo de los años han resultado ser fiables y que han formado parte de multitud de campañas, en favor de una estrategia completamente ligada a lo que las tendencias nos dicen. Aunque muchas veces las nuevas tendencias dejen a las viejas estrategias obsoletas, esto no quiere decir que debamos borrarlas por completo del mapa. Las marcas deben ser capaces de aprovechar las ventajas de lo antiguo e integrarlo con lo nuevo.
Una de esas estrategias que no solamente sigue siendo relevante, sino que además es altamente recomendable es el Field Marketing. se trata de generar experiencias en el punto de venta que consigan conectar con los consumidores, de manera que se sientan ligados emocionalmente a la marca, por las sensaciones y recuerdos que se generan. Puede aplicarse en todo tipo de empresas y en cualquier tipo de escenario. Por ejemplo, podemos poner tablets en el punto de venta que los clienets puedan usar para obtener más información, saber dónde se encuentra ubicado un producto o para personalizar el artículo que quiere y hacer el pedido para recibirlo en casa. Pero hay muchas otras estrategias de Fiel Marketing que pueden ayudarnos a mejorar la experiencia de los consumidores en el establecimiento y vender más.
Gracias a ellas, las marcas consiguen conectar con el consumidor de una manera más directa, ver su reacción en el momento y generar una cierta satisfacción. Podemos ver en tiempo real cómo el consumidor conecta con la marca. Lo cual se ha vuelto cada vez más importante en los últimos años. En un mundo cada vez más digital, los clientes siguen demandando experiencias reales, nuevas emociones.
Por mucho que las compras online hayan aumentado, los usuarios siguen queriendo acceder a las ventajas que las tiendas físicas pueden ofrecerle y, sobre todo, a las experiencias que pueden proporcionarle dentro del punto de venta. Y es que las compras online han hecho que empiecen a echar de menos el contacto humano. Así pues, las tiendas deben ser capaces de crear momentos que los consumidores recuerden y puntos de contacto con ellos.