Cuando decidimos poner en marcha un negocio, es obvio que la ubicación es uno de los factores que debemos tener más en cuenta. Y es que podemos tener un local precioso con unos productos de calidad a un precio muy económico, pero si estamos en un callejón de un barrio de la periferia, difícilmente terminará siendo rentable. Por eso, lo primero que debemos hacer es encontrar un local que se ajuste a las necesidades del negocio, que se encuentre en una zona transitada donde podamos darnos a conocer y que al mismo tiempo cuadre con nuestro presupuesto.
Pero además, los consumidores de hoy en día no solamente tienen en cuenta el producto, sino también al experiencia que la marca les ofrece en el punto de venta. Por eso, es importante crear una estrategia general en la que fijemos unos objetivos y cómo vamos a cumplirlos. De esta forma, tendremos una guía siempre presente del camino a seguir.
Los muebles y la decoración del punto de venta también son un punto muy importante. El estilo debe ser acorde ya sea con la personalidad que queremos dar al negocio o que el producto o servicio que ofrecemos, por lo que es necesario prestar atención a cada detalle. Pero al distribución también es clave, ya que cada producto debe estar colocado con el objetivo de llamar la atención del cliente, de manera que pueda hacer un recorrido por la tienda y verlos todos.
Por otro lado, los colores, la iluminación y la decoración deben motivar al cliente a hacer la compra. Éste debe sentirse cómodo y llevarse una buena impresión del negocio. En este sentido, la fachada y el escaparate también son elementos a tener muy en cuenta, ya que es lo primero que verá y lo que le hará entrar a nuestro establecimiento. Por eso, hay que saber potenciarlos y mantenerlos limpios y cuidados en todo momento.
Por último, debes saber que la atención al cliente también es clave. El usuario quiere sentirse bien comprando y que el personal resuelva sus dudas en el punto de venta con la mayor claridad y a la mayor brevedad posible. La nuevas tecnologías pueden ayudarnos a mejorar este aspecto en el punto de venta, ya que si por ejemplo los dependientes están ocupados, puede que el cliente termine marchándose. En cambio, si colocamos por ejemplo tablets que el cliente pueda usar o incluso realizar el pedido de un producto que no hay en la tienda, favoreceremos una experiencia más positiva y todo será mucho más rápido.