El punto de venta es el lugar en el que se toman la mayoría de las decisiones de compra, por lo cual, cualquier empresa que desee incrementar las ventas debe hacer uso de las posibilidades y ventajas que ofrece. Se trata de un punto caliente que genera una zona de atracción para los consumidores, motivando la compra de producto.
La presencia de un producto en el lineal no es suficiente para motivar dicha compra. Es necesario que el producto persuada, cobre vida, que ofrezca algo más y mueva al consumidor a actuar.
Las pantallas en el punto de venta ayudan al consumidor a realizar la decisión correcta, simplificando el proceso y ahorrándole tiempo en la recogida de información. Forman parte de la promoción, una de las 4P del marketing mix (Product, Price, Promotion, Place), y ayudan a aumentar la notoriedad de la marca. Si se relacionan con una campaña creativa e impactante, se multiplicará la eficiencia.
El factor tiempo cobra cada vez mayor importancia en la elección que realiza el consumidor actual, pues es uno de los intangibles más preciados. Además, se trata de una manera muy impactante de alcanzar al público objetivo.
La principal ventaja que supone el uso de pantallas en el punto de venta frente a los impresos tradicionales es que, a pesar de la diferencia de inversión, resulta mucho más rentable debido a la facilidad que supone cambiar el contenido que se emite.
Gracias a las nuevas tecnologías, las modificaciones en el contenido publicitario se realizan de una manera rápida y segura, que permite que la alta definición atraiga la mirada de los potenciales consumidores, guiando su elección hacia el producto deseado.
El auge de las constantes ofertas y el correcto posicionamiento de las pantallas hacen que el comprador se decida por la marca anunciada y después de probar el producto, en caso de una evaluación positiva, vuelva a repetir la compra, convirtiendo a los consumidores ocasionales en consumidores fieles.
Para diferenciar el producto frente a la competencia y crear valor añadido en el punto de venta, la publicidad audiovisual es la mejor herramienta existente.
En definitiva, se trata de un soporte que a largo plazo ayuda a la empresa a crear consumidores fieles, simplificando sus decisiones hacia el producto que mejor se adecua a sus necesidades.