Por medio del color podemos incrementar de manera notable los beneficios finales. Esto se debe a que los consumidores realizan numerosas decisiones espontáneas, resultado de estímulos que actúan a nivel subconsciente.
El color es uno de los principales factores que llama la atención del posible comprador, hace el producto más atractivo ante sus ojos, e incluso modifica la decisión final.
Nuestro plan de marketing debe incluir siempre el color, tanto en el diseño de los productos, como en los mensajes que emite la marca.
A la hora de integrar las pantallas de publicidad dinámica a nuestra estrategia de comunicación debemos conocer las propiedades de cada color y aplicarlas según las características del producto que queremos comercializar. Pues no se utilizará el mismo color para un producto de precio reducido y poca implicación, que para uno cuya adquisición requiere una investigación previa y cuyo precio es excesivamente elevado.
Según una infografía reciente publicada por Kissmetrics, blog especializado en analítica y marketing, el 85% de los consumidores afirma que el color es una de las razones principales por la que adquieren los productos. Además, el 93% de los entrevistados indicaron que la apariencia y el color son los factores que más configuran su percepción cuando se trata de lanzamientos de productos nuevos.
Observamos como el diseño es importantísimo pero no podemos dejar de lado a la comunicación. Los mensajes que trasmitimos deben seguir la misma línea comunicativa y utilizaremos tonos muy parecidos. Divulgaremos los mensajes a través de pantallas de publicidad en el punto de venta, sirviéndonos de las mágicas propiedades que tienen los colores.