¿Sabías que el tacto puede influir considerablemente sobre la percepción que el consumidor tiene acerca de un producto? Esto se traduce en una modificación de la decisión final de compra que puede beneficiar o perjudicar al empresario.
Cuando tocamos el producto se produce un complejo proceso psicológico que activa determinadas zonas de nuestro cerebro. ¿Cómo influye esto sobre la decisión de compra? De modo positivo o negativo.
Lo que las marcas siempre deben buscar es potenciar sensaciones positivas. Cuando el posible comprador vea el producto debe desear tocarlo. Pero aquí no termina el complejo proceso publicitario. Tras esto, llega el momento de mostrarle al individuo que el producto es exactamente lo que andaba buscando. Todo esto, tan solo a través del tacto.
El material utilizado dice mucho acerca de la calidad, por ejemplo. Pero esto no es todo, las formas también ayudan a crear una determinada percepción en la mente del posible cliente. Tampoco podemos olvidar al olfato, vista, gusto y oído.
Hay marcas que apuestan muchísimo por este tipo de marketing sensorial, invirtiendo un alto presupuesto para alcanzar sus objetivos, en un periodo de tiempo reducido y del modo más rentable posible.
Si decides abrir un comercio, no olvides la fuerza que tiene el neuromarketing. Debes utilizar todo su potencial, incrementando los beneficios directos y el ROI. Ten esto siempre en mente antes de escoger qué tipo de productos comercializarás, pues las ventas pueden verse afectadas en gran medida. ¡La publicidad todavía tiene mucho por ofrecerte!