El mensaje publicitario es un acto de comunicación que se rige por el esquema básico de comunicación aplicable a todo, desde una conversación con nuestra vecina, a la emisión de noticias en el telediario o el aviso por la megafonía en un aeropuerto.
El esquema básico de la comunicación se define de la siguiente manera:
Emisor – Mensaje (a través de un medio) – Receptor
En la publicidad en el lugar de venta este esquema se adapta perfectamente, siendo estos cuatro factores los elementos esenciales de la publicidad en el lugar de venta (PVL).
Se trata de proceso bidireccional en el que el receptor tiene la posibilidad de responder realizando o no la compra. La compra final del producto supone un éxito en la emisión y en la recepción del mensaje.
El emisor: La empresa que desea comunicar algo y desarrolla el mensaje para conseguirlo. En la publicidad en el lugar de venta, el emisor puede ser tanto el fabricante como el distribuidor o el detallista.
El mensaje: El mensaje es aquello que el emisor desea transmitir. En el caso de la publicidad en el lugar de venta. Los mensajes se relacionan con la información sobre las cualidades de productos y servicios con el fin de provocar la venta.
El medio: El medio son los diferentes canales por los que se transmite el mensaje. En la publicidad en el lugar de venta los soportes son muy variados; displays estáticos, azafatas, vídeo monitores y pantallas publicitarias.
El receptor: El receptor es la persona que recibe el mensaje. En la publicidad en el punto de venta es el comprador potencial.