La publicidad en el punto de venta es realmente eficiente debido al momento en el que el mensaje emitido es consumido. Se trata de un momento en el que el posible comprador busca información de modo desesperado, pretendiendo ahorrarse un poco de tiempo y conseguir salir de la superficie comercial sin tener que pasar una hora buscando y comparando productos.
En momentos así, el individuo está interesado en lo que las marcas tienen que contarle, al contrario de lo que ocurre con la publicidad emitida durante la cena. Y es que, al igual que ocurre en nuestro día a día, el momento durante el que se procede a realizar un hecho es el decisivo. Escoger correctamente podría invertir el resultado obtenido por completo, pasando de un posible rechazo de la idea – a una victoria.
Sin embargo, la publicidad en el punto de venta no destaca solo por el momento en el que impacta a los posibles compradores; sino también por el deseo que el receptor tiene de interactuar. Esto convierte a las pantallas de publicidad dinámicas interactivas en una de las mejores posibilidades para emitir un mensaje adaptado a las necesidades de cada individuo.
La era en la que vivimos destaca por la necesidad que tenemos de diferenciarnos de los demás. Ahora es muy frecuente encontrarse con individuos que deseen adquirir productos personalizados, por medio de los cuales podrán expresar sus gustos y preferencias demostrando su verdadero yo.
Los beneficios que una campaña de publicidad en el punto de venta obtiene pueden ser fácilmente incrementados si se recurre a un mensaje hecho a medida, personalizado, emotivo y directo.