Los consumidores realizan un número muy elevado de decisiones a diario. Si a eso incluimos el estrés, consecuencia de la vida ajetreada, la falta de tiempo y las tareas pendientes que todos tenemos en mente, no es de extrañar que no quieren complicar su vida con la decisión de compra.
De las compañías esperamos que faciliten dicha decisión, aportando información de utilidad y calidad, que sea veraz y esté presente en el momento en el que la necesitemos.
Uno de los mejores modos de conseguir captar la atención del consumidor, en el momento perfecto y en el lugar adecuado, es recurriendo a la publicidad en pantallas dinámicas. Está claro que si no ponemos nuestra marca en el display lo hará la competencia, hecho que no nos conviene; pues estamos tratando de conseguir no solo una venta momentánea, sino un cliente fiel.
Por medio de las pantallas de publicidad dinámica nos aseguraremos captar la atención del cliente indeciso y tendremos unos segundos para convencerle de que nuestro producto es exactamente lo que necesita.
Si comparamos al comprador actual con el comprador de décadas anteriores veremos que a pesar de perder cada vez menos tiempo comprando, acaba gastando unas cantidades económicas bastante más elevadas. Esto significa que la publicidad dinámica debe ser creativa, interactiva y concisa. El consumidor no dispone de mucho tiempo pero agradecería a la marca si le ofreciese información de utilidad.