Una de las prácticas estrella del punto de venta es el merchandising. La ubicación de los diferentes productos y las relaciones que se generan entre ellos son de vital importancia. A continuación analizamos algunos de los puntos más importantes a la hora de aplicar el merchandising.
El producto en sí mismo no es suficiente. El packaging, la publicidad en el punto de venta, y el merchandising son de vital importancia para incrementar las ventas. El packaging mejora la imagen del producto, la publicidad destaca el producto entre la competencia y el merchandising le da visibilidad.
El merchandising consiste en una serie de actividades para estimular la compra en áreas estratégicas de un local comercial, a través de técnicas comerciales que presentan al producto de manera vistosa mediante una gestión del lineal o una gestión del espacio.
El propósito del merchandising es la optimización de las ubicaciones del producto, buscando las ubicaciones adecuadas dependiendo del lugar, la cantidad, el tiempo, la forma, escaparates, mostradores y lineales, y la arquitectura interior.
Para gestionar de manera adecuada el merchandising es necesario realizar previamente un análisis de mercado que engloba tanto el estudio de la competencia como el análisis del consumidor. Un estudio en profundidad e interdisciplinar que incluye técnicas investigación de mercado, psicología del consumidor, análisis económicos, etc.
Importante destacar la importancia en el merchandising de los productos “iman”, es decir, productos complementarios que pueden incentivar la compra por impulso.