Las empresas aprovechan cada oportunidad que se le presenta para ofrecerle promociones a sus clientes, incrementando las ventas de modo inmediato e intentando fidelizar a los clientes.
Por un lado, cabe destacar que los clientes contentos volverán probablemente a la superficie comercial de nuevo. Pero esto no es todo, por otro lado, la compañía incrementará sus ventas, pudiendo permitirse una mejora del servicio ofrecido, así como una inversión en los productos y servicios que ofrece.
El Black Friday se ha llegado a convertir en una fecha que muchos esperan para poder adquirir los productos que desean pero para lo que nunca encuentran el dinero suficiente. Y es que muchos de nosotros dejamos para más tarde la adquisición de determinados bienes. En muchas ocasiones, esto no se debe a que nuestros recursos no sean suficientes, sino a la posibilidad de ahorrar o adquirir más bienes.
La publicidad en el punto de venta acompaña también al Black Friday e incluso a toda la semana que lo precede. El propósito de la misma es llamar la atención del consumidor y mostrarlo los beneficios que la marca puede ofrecerle.
A su vez, este tipo de publicidad ayuda a las marcas a incrementar su notoriedad de marca, convirtiéndose en una publicidad que recuerda a los consumidores que la marca tiene algo que ofertar.
Por último, destacar que debido al hecho de que casi todas las empresas realizan acciones para el Black Friday, las marcas han empezado a innovar. Estas innovaciones no siempre se traducen en mayores descuentos, sino por ejemplo en la ampliación de la oferta a los días anteriores y posteriores. Esto consigue que el consumidor esté teniendo constantemente en mente a la superficie comercial concreta.