Las compañías invierten miles o incluso millones de euros con el objetivo de incrementar las ventas.
Pero esto no es suficiente, deben además captar a los clientes, conseguir que éstos estén satisfechos y sean fieles a la marca en cuestión. Una vez alcanzado este objetivo, podrán contar con una cuota de mercado fijada.
Y es que las marcas compiten en el punto de venta, pues son muchas las que quieren ocupar los puestos de mayor relevancia. Situar el mensaje publicitario en el lugar indicado puede incrementar los beneficios de modo realmente considerable. Sin embargo, posicionar el mensaje en estantes con poca visibilidad, podría traducirse en pérdidas de inversión para el anunciante.
La publicidad en el punto de venta debe ser cuidadosamente planificada y ejecutada, pues es importante hacerse con los mejores espacios antes de que los competidores lo hagan.
Una vez conseguido el espacio publicitario en el punto de venta, llega el momento de idear un mensaje simple y creativo que consiga convencer al actual o potencial consumidor. Esta no es una tarea fácil, debido a que la cantidad de mensajes publicitarios que percibimos a diario es realmente alta.
Todo esto ha conseguido que mensajes de diferentes compañías, que se dedican a comercializar productos parecidos, sean interpretados de la misma manera, llegando a ser ignorados por un gran número de personas.
El arte de convencer se traduce en una captación de la atención de los individuos en el punto de venta, en el momento en que realizan las decisiones de compra. Del mensaje y de su originalidad dependerá la decisión que tomarán, pudiendo incrementar la cuota de mercado con una inversión relativamente baja.