Las pantallas dinámicas llevan tiempo formando parte de las campañas publicitarias de muchos anunciantes. Sin embargo, cabe destacar que a lo largo de los últimos años, los avances tecnológicos han permitido una mejora de la segmentación y un incremento del ROI. ¿Cómo ha sido posible esto?
Por un lado, las pantallas interactivas permiten al consumidor convertirse en el protagonista e interactuar con la marca. Ahora será él quien elija el tema del anuncio, así como las categorías de productos que más le interesen.
Por otro lado, los individuos están cansados de la gran cantidad de mensajes publicitarios con la que las marcas les bombardean, y por ello ponen barreras que consiguen que tan solo los mensajes de utilidad sean consumidor de un modo eficiente. Esto significa que si el consumidor no está interesado en la adquisición de un nuevo portátil, hará todo lo posible por no consumir el mensaje publicitario en el que le comunican la oferta del nuevo modelo que su marca favorita ha lanzado. Esto se debe al desinterés por adquirir algo que no se necesita.
Es por ello por lo que las pantallas interactivas se convierten en una de las opciones favoritas de los individuos, permitiéndoles no solo elegir el contenido que consumen, sino interactuar con la marca y enviarle sus quejas o sugerencias. Se trata de un nuevo modo de comunicar y pedir información acerca de los productos ofertados.
Y si ahora analizamos los cambios que se han producido en el ámbito de la publicidad en el punto de venta, nos daremos cuenta de que esta publicidad realmente funciona.