No fueron pocos quienes con la aparición del comercio eléctrónico auguraron la muerte de las tiendas tradicionales. Es cierto que los consumidores cada vez realizan sus compras a través de Internet, pero esto no ha significado que dejen de acudir a las tiendas físicas. La realidad es que no encontramos dos mundos diferenciados en el que los usuarios se hayan posicionado de parte de uno o de otro, sino que la mayoría han terminado por convertirse en consumidores omnicanal. Compran en ambos escenarios y desean hacerlo en uno o en otro según les convenga.
No obstante, esto no quiere decir que no existan problemas y que no reciban quejas y opiniones negativas por la experiencia vivida en ellas. No todo lo que los consumidores se encuentran en las tiendas físicas es visto con buenos ojos, sino que cada son más exigentes y críticos con los fallos que consideran que deberían solucionarse. Según un reciente estudio llevado a cabo por Mood Media, existen cuatro puntos que son los que molestan especialmente al consumidor cuando acude a una tienda física.
Hacer cola
Una de las quejas más frecuentes de los consumidores están relacionadas con als esperas para pagar por su compra, lo que hace que sus experiencia se vea perjudicada. Un mal al que no siempre pueden escapar. Por eso, cada vez son más tiendas y grandes superficies las que están instalando sistemas de autopago a través de tablets y pantallas digitales. De esta forma, el comprador no tiene que esperar cola, pudiendo pagar rápidamente y marcharse sin perder tanto tiempo.
Preparación del personal
Las tiendas físicas deberías formar mejor a sus empleados, ya que la relación de los mismos con los consumidores en algunos momentos puede llegar a tener sus roces. Si el personal del comercio no puede resolver sus dudas o problemas, estamos ante un problema grave. Es obvio que un dependiente no puede conocer hasta el último detalle de cada producto, sobre todo cuando hablamos de cuestiones muy concretas. Por eso, no está de más contar con pantallas interactivas en las que el cliente pueda acceder a mayor cantidad de información sobre el producto en el que está interesado.
No encontrar todo lo que buscan
Otro de los problemas más habituales que encontramos en las tiendas físicas es que no siempre cuentan con todo lo que ofrecen en su catálogo dentro del punto de venta. Para los consumidores supone un gran problema desplazarse hasta la tienda y encontrarse con que el producto que desean está agotado o no está disponible con las características que lo quieren, como talla o color. Un problema que aceptan con menos condescendencia los consumidores más jóvenes, ya que en Internet suelen encontrar muchas más opciones para elegir. En este sentido, contar con tablets digitales en las que el consumidor pueda hacer su compra desde la tienda puede ser una solución muy interesante. De esta forma, si no hay suficiente stock en el punto de venta, el cliente puede comprarlo desde allí y recibirlo en unos días en su domicilio o volver a pasar para recogerlo.
Mala organización
Si la tienda está demasiado llena, el consumidor se ve expuesto a un alto nivel de ruído, lo que supone un problema mucho más habitual de lo que pensamos. En este sentido, las tiendas deberían intentar organizarse mejor para evitarlo.