No queremos ponernos demasiado filosóficos, pero la experiencia lo es todo. La forma en que los seres humanos observamos e interactuamos con el mundo que nos rodea proporciona el contexto -e incluso dicta- de cada faceta de nuestras vidas. No es de extrañar, por tanto, que alguna forma primitiva de diseño de la experiencia haya existido desde siempre.
Experiencia y diseño
Allá por los años 90 el diseño de experiencias comenzó a emerger hasta convertirse en el campo que es hoy. Don Norman, que trabajó para Apple, fue el pionero más notable de la experiencia de usuario (UX) y el diseño de experiencias (XD).
En las dos últimas décadas se han producido avances a velocidad de vértigo en las tecnologías digitales, incluso Internet. Como resultado, han surgido conocimientos de diseño y herramientas de diseño que cambian el paradigma. Hoy en día, los diseñadores elaboran cuidadosamente todo, desde los edificios hasta los espacios públicos, pasando por los sitios web y las aplicaciones telefónicas, teniendo en cuenta las necesidades y emociones de los usuarios. Si se hace bien, los usuarios no suelen reconocer conscientemente que su experiencia ha sido diseñada en gran medida.
Experiencia inmersiva
Una faceta importante del digital signage centrado en la experiencia del usuario es el creciente interés por la experiencia inmersiva. Aunque normalmente se piensa en una persona que se sumerge en un mundo ilusorio a través de la realidad virtual, podemos definirla más ampliamente como la experiencia de estar inmerso en un entorno.
Puede tratarse de muros de vídeo grandes, proyecciones o imágenes sincronizadas que envuelven a los espectadores y concentran sus sentidos.
Pantallas LED de visión directa
Dadas las mejoras en la tecnología de las pantallas digitales a gran escala y las increíbles posibilidades de los creadores de contenidos, las experiencias inmersivas mediante LED de visión directa son una tendencia imparable.
Las pantallas LED, que antes eran básicamente pantallas de televisión rectangulares que se utilizaban para la visualización de información y la reproducción de secuencias, se utilizan ahora de innumerables maneras para sumergir a los espectadores en experiencias cautivadoras y memorables. Esto se debe a una serie de factores, como la flexibilidad del diseño, la escalabilidad, la reducción de costes, la mejora de la tecnología (sobre todo en lo que respecta a la densidad de píxeles), el software de control avanzado como el que tenemos en Promotienda, RDS, el procesamiento más sofisticado y, de nuevo, los creadores de contenidos de gran talento.
Las aplicaciones de la tecnología de vídeo LED para las experiencias inmersivas son prácticamente ilimitadas, pero algunos de los ejemplos más destacados se encuentran en los museos, el sector empresarial y la industria del entretenimiento.
El lienzo digital ha llegado para quedarse
El lienzo digital es el enorme espacio formado por una serie de pantallas, y esto ya se va a quedar entre nosotros. Cuando se usa bien, el lienzo digital ofrece una versatilidad y un atractivo estético indispensables a precios cada vez más asequibles. Las experiencias inmersivas que producen auténticas respuestas emocionales seguirán proliferando y personas de todas las edades y procedencias parecen gravitar instintivamente hacia experiencias compartidas memorables. A medida que la tecnología LED mejore, sólo limitada por la imaginación, su incorporación a las experiencias inmersivas seguirá creciendo.
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