La época navideña consigue que las emociones de los individuos se despierten y que éstos se acuerden de comprar bienes para todos sus seres más queridos. Hay personas que, a pesar de sus dificultades económicas, gastan gran parte de los ahorros en esta época del año. ¿Por qué? Porque consideran tal hecho, una demostración de lo que sienten hacia sus seres queridos.
Y es que sacar una sonrisa a las personas que nos rodean no tiene precio. Es por ello por lo que las marcas deciden crear muchos packs promocionales que ayuden a las personas a poder regalar algo a todo ser que es importante para ellos.
Otra manera de sacar sonrisas inesperadas es el posicionamiento de mensajes originales y emocionales en pantallas de publicidad dinámica en el punto de venta. En el momento anterior a cuando se produce la decisión de compra, la marca tiene la oportunidad única de captar la atención del posible comprador y de lanzarle un mensaje especial. De la fuerza del mismo dependerá la decisión final.
Por supuesto, si tal jugada sale bien, los beneficios de la marca en cuestión se verán notablemente incrementados. Pero este no es el objetivo principal. Aunque ahora mismo el individuo no disponga de la posibilidad económica de adquirir el producto que le ha sido anunciado, probablemente decida ahorrar para conseguir comprarlo en un futuro cercano.
Es decir, la notoriedad será el objetivo principal. Lo demás vendrá solo. Dejemos de lado los beneficios y prestemos atención a los sentimientos más tiernos.