Los anuncios en el punto de venta son realmente eficientes. Sin embargo, el ROI varía según lo buena que sea la publicidad emitida. Pero, ¿qué es lo que convierte a una publicidad en buena?
En primer lugar, la buena publicidad debe ser clara, simple y emotiva. La marca dispone de segundos para ganarse el interés del individuo, despertar su deseo y convencerle para que adquiera el producto anunciado.
Por otro lado, todo mensaje debe adaptarse a los gustos y preferencias del público objetivo, así como a sus hábitos de consumo. Por ejemplo, incorporar a un Tablet con el propósito de alargar la lista de consumidores en nuestra base de datos sería acertado si nos centramos en un público joven, sin embargo, no se aconseja para los mayores de 60 años. Debemos tener en cuenta que el interés de los diferentes públicos es despertado por estímulos variados. Por lo tanto, no podemos olvidar que lo que resulta eficiente para unos, podría traducirse en una pérdida para otros.
Además, es importante destacar que los anuncios en el punto de venta deben estar diseñados conforme a las últimas tendencias publicitarias del sector. Esto se debe a que, como resultado del bombardeo publicitario al que nos sometemos a diario, nos mostramos cada vez más resistentes a los mensajes que las marcas emiten. Entender esto podría ayudar a las marca a ahorrar una enorme cantidad de recursos económicos.
También debemos destacar que la publicidad en el punto de venta tiene el poder de ofrecer su ayuda al interesado, en el momento en el que éste busca desesperadamente ayuda, con el propósito de poder abandonar cuanto antes el establecimiento comercial.