Muchos empresarios tienen problemas a la hora de distribuir los recursos económicos y humanos de los que disponen.
Y es que si la distribución no se realiza del modo adecuado, se corre el riesgo de caer en la rutina, algo que aburre a los consumidores. Una de las estrategias en las que todo empresario debe invertir recursos es el marketing en el punto de venta. Se trata de un modo de captar la atención de los individuos, sean actuales o potenciales consumidores, y ganarse un hueco en su memoria.
Este proceso es largo y a menudo se necesitan varios impactos antes de acabar en la memoria de la persona en cuestión. Sin embargo, una vez conseguida esta tarea, la prueba del producto está casi asegurada. Esto se debe a que el punto de venta es el lugar en el que se toman decisiones tras decisiones. Si la estrategia de marketing en el punto de venta se basa en un mensaje creativo y creíble, combinado con un precio asquible y una oferta irresistible, entonces el individuo sentirá el deseo de adquirir el producto.
Tras dicha adquisición llega el momento de la verdad, si el producto ha superado las expectativas del consumidor, es muy probable que el proceso de compra se vuelva a repetir. Incluso es probable que se consigan recomendaciones gratuitas, que a largo plazo suelen traducirse en un mayor número de consumidores que prueban los productos que la marca en cuestión ofrece.
Todo esto demuestra lo importante que es contar con una buena estrategia de marketing en el punto de venta.