El neuromarketing es una ciencia que vincula la neurociencia y las estrategias de marketing, especialmente aquellas relacionadas con la decisión de compra. La neurociencia estudia los procesos que atraviesa el cerebro al movilizar su capacidad de elección y analizando la actividad del cerebro frente a un spot, la cartelería en el punto de venta, el packaging o la ubicación del producto en las grandes superficies.
La mayor parte de las decisiones de consumo se dan en el subconsciente y el neuromarketing se encarga de estudiar las razones de por qué se produce el acto de la compra, utilizando métodos científicos para estudiar las mentes sin necesidad de exigir la participación cognitiva o consciente por parte del sujeto.
Algunas de las conclusiones a las que ha llegado el neuromarketing refuerzan el uso de pantallas publicitarias como reclamo en el punto de venta. Según el psicólogo británico Tim Holmes, de la Universidad de Londres, en las grandes superficies el diseño del espacio está construido de tal manera que las personas deben realizar un continuo esfuerzo cognitivo para ubicarse lo que implica mirar hacia todos lados.
«Este escaneo constante es la oportunidad que tienen las tiendas para captar la atención del cliente», explica Holmes. «En captar la atención hay técnicas documentadas: los colores brillantes, la iluminación, los carteles dinámicos y los anuncios con rostros son bastante efectivos».
Las pantallas publicitarias engloban todos estos factores y guardan un gran potencial para exprimir al máximo la decisión de compra desde el punto de vista del neuromarketing. Las ventajas de la imagen, el movimiento y el sonido se pueden reforzar con el uso de colores vistosos, miradas directas al consumidor o jugar con la interactividad del usuario.