Cuando pensamos en estrategia de publicidad en el lugar de venta, siempre pensamos en el despliegue de soportes publicitarios que complementan el producto, con mensajes más o menos efectivos que incitan a la compra.
Sin embargo, muchos estudios demuestran que es el producto en sí uno de los mayores reclamos publicitarios en el punto de venta. El packaging es un importante valor diferencial entre productos de la misma categoría.
De la misma manera que cuidamos nuestro aspecto físico, la ropa que nos ponemos, el corte de pelo, el maquillaje y los complementos, de manera inconsciente le damos importancia al aspecto físico de los productos que consumimos, como afirma Lluís Martínez-Ribes, Profesor de Márketing en ESADE, “Estamos en crisis, ¿pero nadie va desnudo por la calle, no? Pues el packaging es el vestido de tu producto y todo producto busca un cliente, y todos comemos con la vista”.
Apostar por diseño es apostar por las ventas, y sobre todo en tiempo de crisis, porque el diseño es inspiración e inversión, y muchas veces la diferencia entre un producto con diseño y un producto sin diseño, no está en el precio del envoltorio sino en la idea creativa, en pensar o no pensar en ello.
Así lo cree también el publicista David Esplugas, cuando afirma que ahora, con la crisis, es momento de invertir en comunicación y packaging porque los que no se adapten a los nuevos tiempos, advirtió, desaparecerán de los anaqueles sin que nos demos cuenta.
Según David Esplugas, a pesar de la crisis, “está habiendo una revalorización del packaging, porque se ha convertido en un escaparate, en detrimento de otros soportes de publicidad”.
Así mismo, Enric Batlle recomienda a los empresarios que no subestimen nunca la importancia del envase.“Está demostrado que el contacto visual con un pack en el punto de venta es el responsable principal del 70% de las decisiones de compra positivas”.