Si hay algo que caracteriza a la publicidad en el punto de venta, esto es su poder de atraer la atención de los individuos, así como mantener su interés incluso tras la realización de la adquisición del producto o servicio.
Por ejemplo, imaginemos una campaña publicitaria que anuncie la posibilidad de participar en un sorteo, tras la adquisición del producto anunciado. Esta campaña de publicidad en el punto de venta podrá centrarse en mensajes audiovisuales emitidos en pantallas de publicidad dinámica interactivas. Además, es recomendable recurrir a la ayuda de folletos informativos, así como carteles que recuerden al posible comprador el premio a repartir.
La publicidad en el punto de venta destaca por su poder. Por un lado, sirve de recordatorio en el momento antes de tomar la decisión de compra, también informa al individuo y le presenta un producto que probablemente no conocía. Pero esto no es todo, además se encarga de establecer un diálogo que se pretende mantener incluso tras la compra. ¿Cómo es posible esto?
Un ejemplo sería la introducción de un código promocional en el folleto que se reparte en el punto de venta. Dicho código servirá como número de identificación del cliente durante el registro en un portal online creado especialmente para la ocasión.
Como podemos observar, esta estrategia, además de establecer un diálogo con el individuo, sirve para la creación de una base de datos actualizada y de alta calidad.
En definitiva, la publicidad en el punto de venta ayuda a las marcas a establecer diálogos duraderos, fidelizando a los compradores y consiguiendo ganarse un hueco en su memoria.