A menudo se confunde diseño con publicidad en el punto de venta. Por supuesto, que el diseño está incluido pero esto no es todo. La publicidad comprende mucho más. En concreto, la publicidad debe integrar elementos muy bien coordinados para alcanzar sus objetivos finales.
¿Con qué hay que tener cuidado a la hora de anunciar un producto? La comunicación directa con el posible comprador es uno de los elementos decisivos. Si tienes alguna duda y solicitas información adicional a uno de los empleados, éste podrá configurar en gran medida tanto tu decisión de compra como tu percepción acerca del producto o servicio que querías conocer en profundidad.
Pues bien, si tus empleados ya están especializados y saben cuál es el mejor modo de aconsejar a los compradores, debes dar el siguiente paso. Ahora tienes que centrar tu atención en el diseño. Pues hay numerosos estudios de neuromarketing que podrán ayudarte a disponer de un modo más eficiente todo el mobiliario y decoración.
Tampoco puedes olvidar que debes analizar qué es lo que hacen tus competidores. ¿Para qué? Para evitar cometer errores comunes y para inspirarse para poder llevar a cabo futuras mejoras de tu propio comercio. Pues en la vida debemos aprender no solo de nuestros propios errores, sino de los de todas las personas que se encuentran en nuestro entorno. De este modo, reduciremos nuestros fracasos y evitaremos invertir nuestro preciado tiempo en asuntos que no son productivos.
Volviendo a la idea inicial, tan solo con el uso de un buen diseño no conseguirás incrementar las ventas pero éste debe estar siempre presente como parte de la estrategia de marketing.