La publicidad en escaparates es uno de los formatos tradicionales más efectivos para atraer la atención de los consumidores mientras caminan por la calle y conseguir que accedan al establecimiento. Seguro que muchas veces, por mucha prisa que lleves, no puedes evitar pararte delante de un escaparate y sientes el deseo de entrar. Esto no ocurre por casualidad, sino que todo está pensado para llamar la atención de sus potenciales clientes. Y lo cierto es que muchas marcas lo hacen muy bien pues los productos que se muestran en el escaparate suelen ser los primeros en agotarse. No en vano, todo esto que nos parece tan evidente lleva detrás muchas horas de trabajo.
Hay muchas estrategias encaminadas a seducir al cliente a través de la publicidad en escaparates. Una de ellas es plasmar las sensaciones que la marca quiere transmitir en sus clientes. Para lo cual es necesario realizar un estudio previo, poner en marcha la idea y lograr que funcione. Un proceso que va más allá de la elección de los productos que se exponen. Se trata de transmitir sensaciones con las que el público más tarde identifique a la marca y con las que el cliente se sienta también identificado. Con lo cual, el elemento protagonista de un escaparate es siempre la idea principal que se pretende transmitir. Lo que llama la atención del consumidor.
Sin embargo, aunque el diseño y los materiales son fundamentales, muchas veces nos olvidamos del importante papel que juega la iluminación en el impacto visual. Y es que sin una buena iluminación, el escaparate más original y elaborado puede quedar en saco roto. Gracias a la iluminación nuestro escaparate se verá mejor, pero también nos permite resaltar los elementos que deseemos o una zona en concreto.
Si te fijas en la publicidad en escaparates de las grandes marcas, te darás cuenta de que las ideas son siempre más globales, ya que va dirigida a segmentos de público más amplios. Pero además, el diseño de los escaparates de los diferentes establecimientos ofrece una idea diferentes, en función del país, del lugar donde se encuentre ubicado y de la época del año. De hecho, muchas veces cuentan con escaparates piloto en los que se presentan diferentes alternativas y ver cuál es el que mejor funciona.
En cualquier caso, lo que queremos dejar claro es que ningún elemento se deja al azar. Por ejemplo, en el caso de Chanel, el decorado del desfile de cada temporada es el inicio de los escaparates de sus establecimientos de todo el mundo. Y en Dior sucede algo similar pero de una forma mucho más sutil.