La implantación en el punto de venta es una disciplina del marketing que se aplica para conseguir una correcta gestión en tienda y para optimizar la rentabilidad del espacio de venta. Los principales aspectos que se trabajan en la implantación del punto de venta tienen que ver con el espacio, los accesos, el escaparate, los productos, es decir, se relaciona con todo lo que tenga que ver con la experiencia de compra del cliente.
- El local. Los clientes recorren algunas zonas del local de manera natural (zonas calientes) pero es necesario guiarlo a recorrer otras zonas (zonas frías). Tenemos que reubicar el mobiliario para conseguir que el cliente recorra todo el espacio.
- Los accesos. El acceso debe facilitar la entrada de los clientes. Debemos minimizar escalones, intenta que sea una entra amplia, que sea transparente y esté claro desde el exterior.
- El escaparate. El escaparate debe estar visible y además reflejar la identidad del comercio. Debe actualizarse con regularidad adaptándose a las diferentes temporadas y días especiales a lo largo del año. Es imposible exponer todo lo que vendemos pero sí debe reflejar la estrategia de la tienda.
- Clasificación de los productos. Los productos se deben agrupar en categorías, ya sean estas por uso, precio, similitud, etc. Esto te ayudará a gestionar mejor el stock.
- Cada cosa en su lugar. Debemos asignar un lugar para cada categoría, teniendo en cuenta que hay categorías que atraen clientes y categoría de cosas que me interesa vender. Intentaremos colocar éstas últimas en las zonas calientes de manera que estén en el camino de las categorías que atraen clientes, que colocaremos en las zonas frías.
- Rentabilidad de productos. Es importante clasificar los productos según las ventas y beneficios. Debemos colocar los productos estrella en los puntos más visibles y accesibles, es decir, en las zonas calientes.