Cuando hablamos de consumo y de nuevas tecnologías solemos pensar en cómo Internet ha llegado a nuestra sociedad como un elefante en una cacharrería, trasformando los hábitos de compra de los consumidores y haciendo que las tiendas físicas hayan empezado a ver el comercio electrónico como un enemigo al que es necesario combatir para sobrevivir. Sin embargo, con esta actitud es muy fácil perder de vista determinados elementos que son decisivos en las decisiones de compra de los consumidores.
En la actualidad, son muchos los consumidores que no se posicionan ni por uno ni por otra canal, sino que se sitúan en un escenario mixto en el que empiezan el proceso de compra en un escenario y finalizan en otro. Por lo que la línea entre la tienda tradicional y la tienda online es cada vez más difusa para ellos, aunque las tiendas físicas no lo vean de esta manera. Además, el hecho de que exista Internet no quiere decir que los consumidores hayan dejado de acudir a la tienda tradicional para comprar de manera masiva. De hecho, siguen acudiendo a ellas. Pero es importante entender cuáles son los puntos que más valoran de la tienda física y cuáles son los factores que más influyen en sus decisiones de compra.
El poder de la música
Según un estudio llevado a cabo recientemente por Mood Media, uno de los principales elementos que hacen que el consumidor siga visitando la tienda física es la música. Para la mayor parte de los consumidores, la música es uno de los elementos que hacen que la experiencia de comrpa resulte mucho más agradable. Y los porcentajes superan el 90% en este sentido cuando hablamos de determinados sectores de la población, como es el caso de los millenials, para los que la música es realmente importante. Lo que no sólo hace que la compra resulte más agradable, sinoq ue además la relación que tienen con la marca es más positiva. Precisamente por ello es por lo que la ausencia de música en una tienda es algo muy negativo, donde los consumidores no se encuentran a gusto.
Otros sentidos
Por supuesto, la música no es el único elemento que cambia la percepción de las cosas durante el proceso de comrpa, sino que también hay otros sentidos que influyen en la decisión. Uno de los más importantes es el tacto, ya que a los consumidores les encanta poder tocar y probar los artículos que desan comprar. Y también valoran que existan distintas atmóferas creadas dentro de un mismo establecimiento, lo que implica que la empresa también debe jugar con los elementos visuales y olfativos para ofrecer al potencial cliente una experiencia mucho más complta y conseguir que sus sensaciones sean más positivas.
Gratificación instantánea
Además de las sensaciones, para los consumidores también son muy importantes todos aquellos elementos relacionados con la comodidad y la facilidad de compra. Hay que tener en cuenta que para ellos la compra es una actividad de ocio, por lo que debe ser entretenido y no tedioso. En este sentido, las nuevas tecnologías pueden convertirse en grandes aliadas, utilizando tablets digitales y otro tipo de dispositivos donde puedan consultar la información que deseen, puedan pagar rápidamente, personalizar sus productos o solicitarlos para que se los envíen a casa si no hubiera stock en el establecimiento.