El acto de compra es un proceso complejo que tiene diferentes fases y múltiples factores que influyen en la decisión de compra.
Podemos distinguir entre factores internos y factores externos. Los factores internos tienen que ver con las creencias y actitudes de los individuos, de su manera de ser. Los factores externos son de muy diversa índole, como el entorno social, la familia, los roles, etc. Algunos de los factores externos son los siguientes:
– Valor añadido. A la hora de comprar un producto se tiene en cuenta el servicio post-venta, la presentación del producto y la atención personalizada.
– El ocio y consumo. El horario laboral de los consumidores durante la semana ha trasladado el horario de compra a los fines de semana en centros comerciales, donde se compite con la oferta de ocio.
– La competencia. La competencia obliga a la renovación de los productos para satisfacer las necesidades de los consumidores. La vida del producto se acorta y el consumidor se acostumbra a vivir en una continua renovación.
– Los modelos de familia. La familia se ha redibujado en los últimos años. Los roles se han equilibrado y ya no es sólo la mujer la que hace la compra. Además, los modelos de familia han cambiado, hay personas que viven solas, y familias monoparentales que generan nuevas necesidades de consumo.
– El medio ambiente. La preocupación por el medio ambiente ha aumentado con lo que se consumen mucho más productos ecológicos.
– Las nuevas clases sociales. La influencia de la clase social alta, con estudios superiores ya no es tal. Hoy muchos de los productos dirigidos a esta clase social llegan a todos los consumidores.