El hecho de que en los últimos años hayan aparecido conceptos como showrooming nos indican que las formas de comprar y los hábitos de los consumidores han experimentado una impresionante transformación. Lo cual ha tenido mucho que ver con los avances en nuevas tecnologías y la difusión de Internet. Por esta razón, los vendedores de las tiendas físicas han tenido que replantearse nuevas fórmulas para conectar con los potenciales compradores de una manera más eficaz.
Muchas personas creen que las tiendas físicas y online son completamente incompatibles y ni siquiera creen que puedan competir al mismo nivel. De hecho, muchas consideran a Internet como un enemigo invencible. La evolución que los comportamientos de los consumidores han experimentado en los últimos años debido a la revolución de Internet ha hecho que debamos analizar qué es lo que lleva a los consumidores a comprar y qué es lo que hacen antes de tomar la decisión final.
La relación entre la conversión a compra e Internet
El consumidor actual piensa mucho más antes de comprar que antes e investiga por Internet antes de tomar la decisión. La red le permite comparar y decidir cuál es la mejor tienda para hacer su compra, que puede ser online o física. Pero también se está empezando a dar el proceso inverso. Es lo que se conoce como showrooimng, es decir, utilizar la tienda física como escaparate para mostrar qué es lo que ofrecen por Internet. De esta forma, el consumidor puede visitar la tienda y probar el producto sin tener que comprarlo. Se trata de un comportamiento muy similar al que haría si fuera a comprar el producto en la tienda, pero en el que el momento de la compra se produce en Internet.
El tipo de consumidor que más presenta este comportamiento es un joven de poder adquisitivo medio-alto, que utiliza las redes sociales de forma habitual y que siente debilidad por la tecnología. Además, un 33% de ellos suelen hacer sus compras a través de dispositivos móviles.
Cómo aprovechar las ventajas del showrooming
Este tipo de modalidad de consumo no varía mucho con respecto a lo que los consumidores han hecho toda la vida, pero el hecho de que no siempre compren hace que esta práctica no reporte ningún tipo de beneficio. Sin embargo, podemos comvertirla en una herramienta a favor para que compren nuestro producto con sólo adaptarnos a la realidad actual y cambiar nuestra estrategia. En lugar de sentirnos víctimas del showrroming, debemos aprovecharlo para aprender a movernos con soltura en ambos mundos, es decir, estar allí donde los clientes se muevan.
En este sentido, utilizar tecnologías que ayuden al consumidor a tomar la decisión de compra en el momento que ve el producto es un recurso muy interesante. Se trata de unificar la experiencia de compra online y offline a través de tablets, pantallas publicitarias, espejos smart o probadores inteligentes, entre otros. Es precisamente romper la barrera entre Internet y la tienda física lo que hará que podamos convertir el showrooming en una herramienta muy positiva para impulsar a la compra.