La publicidad interactiva tiene numerosas ventajas, esto se debe a las numerosas posibilidades creativas que pone al alcance de las empresas.
En primer lugar, destaca su capacidad de captar la atención del posible comprador. Se trata de una manera de comenzar una conversación bidireccional en la que el usuario es quien tiene el control sobre la información. Es decir, poco a poco va adaptando el mensaje a sus necesidades.
En segundo lugar, la publicidad interactiva consigue una experiencia más positiva, puesto que traslada al individuo a un mundo imaginario, creado con fines concretos.
En tercer lugar, cabe destacar que la publicidad interactiva en el punto de venta le ahorra tiempo al posible comprador. Esto se debe a que le ayuda a tomar la decisión de compra, tras proporcionarle rápidamente, con tan solo unos clicks, la información deseada. Esto ayuda a las marcas a ser percibidas de un modo mucho más positivo.
Por otro lado, es importante destacar la gran flexibilidad del mensaje y del formato creativo. La publicidad interactiva permite a los publicistas conseguir llamar la atención del individuo, ofreciéndole una información personalizada y una experiencia única. Si a esto sumamos las posibles promociones y ventajas, la experiencia positiva está casi asegurada.
Es importante que las marcas sean conscientes de que este tipo de publicidad es muy efectiva y mejora la experiencia consumidor-marca, incrementando la posibilidad de fidelizar a los individuos y asegurar beneficios a largo plazo. Para conseguir todo esto es importante conocer los gustos y preferencias de los compradores y ofrecerles la información que necesitan para poder tomar la decisión de compra acertada.